Los espacios de la actividad pesquera
Somos alumnas del Colegio Infantes. Curso: 2º Bachillerato E. Este grupo está compuesto por: Ana Díaz, Natalia Galán y Elena Díaz.
viernes, 27 de enero de 2017
4. Los problemas actuales de la pesca marítima.
La pesca
y la acuicultura, que representan una importante fuente de alimentos y de
medios de vida para un gran número de personas, hacen frente a varios problemas
fundamentales. En el presente documento se estudian los problemas que se
consideran una amenaza para la sostenibilidad a largo plazo del sector,
concentrándose la atención en su contexto socioeconómico. En especial, se
estudian los problemas de la pesca excesiva, el descarte y la degradación
ambiental. Se pide al Comité que asesore al Departamento de Pesca sobre la
prioridad que debe dar a su labor sobre los problemas principales.
1. La pesca como una fuente de alimentos
2. Como fuente de alimentos, las perspectivas que ofrecen el pescado, los crustáceos y los
moluscos es buena en todo el mundo. La razón principal es la facilidad y rapidez con que los acuicultores de Asia han aumentado la producción durante los últimos años.
3. La demanda de alimentos marinos está aumentando rápidamente. Para el 2010, probablemente el aumento de la población y el incremento del ingreso personal disponible llevarán a la demanda mundial -de pescado como alimento- a una cifra comprendida entre 110 y 120 millones de toneladas métricas (a precios de 1990). En 1995, el suministro mundial de alimentos marinos se estimó en 80 millones de toneladas (equivalente de peso vivo). De esta cifra, aproximadamente 53 millones procedieron de la pesca de captura marítima, 6 millones de pesca de captura en aguas continentales y aproximadamente 21 millones de la acuicultura (sin incluir a las plantas acuáticas). Además, unos 31 millones de toneladas de pescado marino se utilizaron para la fabricación de harina de pescado).
4. Si bien la producción de la pesca de captura se ha mantenido en un nivel estable de 85 a 90 millones de toneladas durante los últimos cinco años, la acuicultura ha aumentado rápidamente y en la actualidad es probablemente el factor más importante de aumento del suministro de pescado para la alimentación. Es posible que se registren aumentos relativamente pequeños en los suministros procedentes de la pesca de captura. En realidad, la ordenación de las actividades de pesca y del ecosistema acuático debe mejorarse (lo que significa que se incurrirá en costos) para mantener los suministros en sus niveles actuales.
5. Sin embargo, el suministro de alimentos marinos podrá mantenerse a la par de la demanda mundial, pero esto no significa necesariamente que se podrán satisfacer las necesidades de todos los consumidores. Es concebible -aunque no inevitable- que a corto plazo las personas crónicamente pobres y que padecen de inseguridad alimentaria se encontrarán en una situación peor conforme los precios aumenten, y los problemas de distribución podrían impedir que los alimentos marinos y otros alimentos ricos en proteínas estuvieran a su alcance.
6. Durante los próximos decenios, la globalización de la economía mundial, junto con el probable aumento del precio real del pescado y productos de pescado, significa que una proporción cada vez mayor de alimentos marinos será objeto de la demanda de consumidores que pueden pagar el precio más elevado y que esta demanda será satisfecha. Este hecho puede tener efectos beneficiosos para la economía de los países exportadores pobres, puesto que así obtienen las divisas que necesitan para pagar sus importaciones esenciales. También se beneficiará la comunidad pesquera que suministra el pescado o los productos de pescados exportados, siempre que el mayor poder adquisitivo se utilice para suministrar alimentos nutritivos en cantidades adecuadas que permitan compensar las reducciones en la disponibilidad al nivel de alimentos marinos al nivel de la aldea, o la disminución en los ingresos resultantes de las exportaciones.
La pesca como una fuente de medios de vida
7. La pesca de captura está llegando a un límite. El volumen del pescado capturado en los océanos, lagos y ríos parece estar muy cerca del límite máximo sostenible. Sin embargo, el futuro desarrollo tecnológico hará tal vez económicamente viable la captura de especies respecto de las cuales los mercados actuales no pagan los costos (por ejemplo, el pescado mesopelágico y calamares oceánicos) y tal vez se lograrán aumentos modestos como resultado de una mejor ordenación.
8. Como el pasado reciente lo ha demostrado ampliamente, los pescadores no "se apartan voluntariamente" del crecimiento económico. Seguirán haciendo todo lo posible por aumentar la productividad por pescador (expresada como ingreso). Algunos aumentostendrán su origen en precios reales más altos, pero por lo menos otros tantos procederán de mayores desembarques por hombre. Ahora bien, conforme aumentan los volúmenes producidos por persona, disminuirá el número total de años-hombre empleados en la producción de un volumen igual de desembarque. Es probable que para el año 2010 el empleo en la pesca de captura habrá disminuido algo al nivel mundial, mientras que habrá aumentado el empleo en la acuicultura.
9. Se trata de un problema que, a mediados del decenio de 1990, es absolutamente patente en la pesca de los países desarrollados. Sin embargo, se hará también cada vez más evidente en las economías en desarrollo en los años venideros.
Amenazas a la pesca
10. La preocupación pública internacional respecto de la pesca y la acuicultura se concentra en las características de los sectores que pueden haberse considerado como amenazas o remedios a su capacidad a largo plazo para proporcionar tanto alimentos como una fuente de medios de vida. Las principales amenazas son:
12. Los gobiernos deben proporcionar orientaciones puesto que los sistemas de ordenación que se aplican actualmente en la economía -mediante sus señales de precios- probablemente no podrán, por sí solos, hacer que los pescadores y los acuicultores alcancen, a largo plazo, niveles económica y socialmente eficientes en la mayoría de las pesquerías. Se trata de una tarea difícil porque los pescadores y los acuicultores consideran que se les pide que asuman los costos inmediatos, con pocas posibilidades de compartir los beneficios a largo plazo; es decir, consideran que la orientación dada por el gobierno es un intento de reasignar sus ingresos a otros grupos.
13. Fuera del sector pesquero, el hecho de conocer cada vez más los factores que amenazan a la pesca, a sus recursos y su medio ambiente ha dado lugar a cierto número de iniciativas emprendidas por la sociedad civil destinadas a poner fin a prácticas indeseables de pesca, especialmente la explotación excesiva. Una de estas iniciativas (el establecimiento de un "Marine Stewardship Council") se basa en la hipótesis de que la promoción de productos cuya proveniencia de una pesca y acuicultura que practican una ordenación sostenible y ambientalmente racional esté certificada, tendrá efectos, tanto a nivel local como mundial, que orienten las actuales prácticas pesqueras a otras que sean objeto de una mejor ordenación.
14. Los estados que se reunieron en la Conferencia de la FAO de 1995 adoptaron el Código de Conducta para la Pesca Responsable, como orientación para lograr prácticas pesqueras eficientes, sostenibles y responsables. En el documento COFI/97/3 se examinan los progresos hechos en la aplicación del Código de Conducta.
15. Pesca excesiva. La pesca excesiva no es un problema reciente. Fue reconocida internacionalmente a comienzos del decenio de 1890 en el Atlántico Norte y el Pacífico, y fue objeto de la Conferencia de Londres sobre la pesca excesiva de 1946. Posteriormente esta práctica se ha extendido a la mayoría de las zonas pesqueras, y ha afectado la pesca de captura en países en desarrollo y desarrollados, y con frecuencia ha adquirido especial gravedad en zonas costeras densamente pobladas y en zonas marinas productivas cercanas a la costa.
16. No existen soluciones simples o baratas al problema de la pesca excesiva. Sin embargo, se reconoce cada vez más que en las economías ricas, que practican una pesca con gran densidad de capital, las soluciones que incluyen estrategias basadas en el mercado para controlar las actividades de los pescadores tienden a ser más efectivas que otras. Lamentablemente, los primeros efectos de las medidas oficiales destinadas a reducir la pesca excesiva son esencialmente negativos: cierto desempleo entre los pescadores, menos pescado y precios más altos. Con el tiempo, la mayoría de estos efectos se invertirían: más pescado, precios más bajos y un empleo estable y económicamente interesante (véase también El estado mundial de la pesca y la acuicultura: COFI/97/Inf.4).
17. Por difícil que sea, los gobiernos deben reglamentar la actividad pesquera. Si esta reglamentación no se practica con más eficiencia que en la actualidad, los rendimientos mundiales de la pesca de captura disminuirán. La FAO ha estimado que, si la ordenación no mejora considerablemente, las capturas anuales podrían reducirse pronto en 10 millones de toneladas. Hasta la fecha, la disminución del rendimiento de una población de peces se ha compensado con la explotación de otras poblaciones. Esta práctica no es ya aplicable en el caso de las especies de alto valor. Sin embargo, todavía es posible cierto grado de sustitución concentrando los esfuerzos en poblaciones de menor valor.
18. Una ordenación efectiva puede también facilitar un aumento de la producción de recursos que hoy se pescan en exceso conforme estas poblaciones se reconstituyen, y de esta manera contribuir aun aumento de los desembarques. La FAO ha estimado que una mejor ordenación de la pesca podría traducirse en un aumento de 10 millones de toneladas. De esta manera, en el plazo de un decenio, las diferencias entre las ganancias que pueden obtenerse mediante una ordenación eficiente y las pérdidas que serán resultado de la continuación de las prácticas actuales podría ser de unos 20 millones de toneladas de pescado desembarcado por año. Por consiguiente, es absolutamente deseable mejorar losconocimientos en materia de ordenación, aumentar la capacidad y reforzar los órganos de pesca regionales (véase documento COFI/97/4).
19. Los beneficios económicos de una ordenación mejorada podrían ser también igualmente espectaculares. Conforme se hagan efectivos los esfuerzos en favor de una limitación, el uso del capital y la mano de obra disminuirá (y lo mismo sucederá con los costos anuales) más rápidamente que los ingresos procedentes de la pesca. Conforme se reconstituyen las poblaciones, los ingresos aumentarán en términos absolutos. Estos efectos se traducirán en ingresos disponibles más elevados para los pescadores que continúen esta actividad, y también aumentarán los ingresos fiscales. En plano mundial, el orden de magnitud de estas ganancias potenciales (recuperación de rentas de recursos naturales) representan decenas de miles de millones de dólares anualmente.
20. Descarte. Una gran cantidad de recursos marinos vivientes son capturados y arrojados nuevamente al mar. La información cuantitativa disponible sobre este fenómeno es incompleta. Sin embargo, probablemente representará no menos de un equivalente del 20 al 25 por ciento de la captura (es decir, desembarque más descarte). El problemas de los descartes se trata de manera más concreta en el documento COFI/97/Inf.7.
21. El descarte corresponde al pescado, tanto de especies buscadas como capturas incidentales, capturado involuntaria o ilegalmente (tamaño pequeño, especies protegidas, pescado dañado o estropeado). Las capturas incidentales son prácticamente inevitables en la mayor parte de las actividades pesqueras. El descarte representa costos para los pescadores -selección y eliminación de los descartes- y no genera ingresos. Si bien las mejoras logradas en la selección y utilización de artes de pesca han reducido las capturas incidentales en muchas pesquerías, y dado el mayor uso que se hace actualmente de las capturas incidentales, estos hechos no han eliminado el descarte.
22. Las soluciones al problema del descarte pueden ser de carácter tecnológico, económico y/o legal, y probablemente serán una combinación de estos elementos. Una parte de la solución dependerá sin duda de sistemas racionalizados de seguimiento, control y vigilancia (véase COFI/97/Inf.6).
23. Degradación del medio ambiente. En la actualidad es bastante común el deterioro de la salud de los ecosistemas acuáticos de las zonas costeras- En estas zonas como en otras partes, la degradación del medio ambiente es resultado de indicaciones económicas deficientes dadas a quienes utilizan el medio ambiente costero. El costo de la explotación de la zona costera (con inclusión de las marismas costeras) es muy inferior a su valor para la economía (ya sea a corto o largo plazo), y como resultado de ello esta zona es objeto de una explotación excesiva o de una carga excesiva de desechos. Como los ecosistemas costeros son medios esenciales para la reproducción y crecimiento de un gran número de especies marinas, el impacto de la degradación sobre el volumen de los recursos marinos -incluidos los de importancia comercial- es directo y negativo.
24. Ahora bien, las personas que en representación del Estado tienen a su cargo la ordenación de la pesca de captura comercial prácticamente no tienen control alguno sobre el estado de salud del ecosistema costero (o del ecosistema de agua dulce). El escaso control que pueden ejercer consiste en una reglamentación de los efectos ambientales que tienen su origen en la pesca de captura, pero como con frecuencia se considera que esos efectos no son graves, sólo en contadas ocasiones se trata de un medio suficientemente
importante como para convencer a otros contaminadores, o usuarios, que deben modificar su comportamiento.
25. En su mayor parte la acuicultura está expuesta a la contaminación y ciertas tecnologías modernas de producción acuícola pueden contribuir, y a veces contribuyen a la degradación del medio ambiente. En especial, en el mundo en desarrollo, los acuicultores que utilizan el agua de ríos o lagos tienen que hacer frente a niveles cada vez mayores de contaminación como resultado de la industrialización y del crecimiento demográfico. Sólo en pocas ocasiones el sector de la acuicultura tiene fuerza suficiente para obtener una compensación. Tradicionalmente las tecnologías de la acuicultura, en especial las asiáticas, estaban bien integradas en los sistemas biológicos y sociales de su entorno, pero esta situación está cambiando. El crecimiento económico ha dado lugar a una intensificación de las prácticas de cultivo. Con frecuencia esta intensificación consiste en sustituir los alimentos que se encuentran naturalmente en el agua por piensos artificiales, lo que significa que se necesitan menores volúmenes de agua y menor espacio. En los lugares donde no se ha procedido a una reglamentación de estos sistemas modernos, han sido causa de contaminación del agua, lo que a su vez ha repercutido en las unidades de producción causándoles considerables pérdidas. Las grandes utilidades obtenidas con la cría de camarones de aguas tropicales hicieron especialmente difícil el control de esta actividad, lo que a su vez fue causa de degradación ambiental puesto que se construyeron estanques de camarones en las marismas costeras. Estos efectos, en especial la tala de manglares, han sido objeto de mucha atención y han dado origen a peticiones hechas por grupos de consumidores de los países importadores de camarones para que se adopten medidas de corrección.
2. Como fuente de alimentos, las perspectivas que ofrecen el pescado, los crustáceos y los
moluscos es buena en todo el mundo. La razón principal es la facilidad y rapidez con que los acuicultores de Asia han aumentado la producción durante los últimos años.
3. La demanda de alimentos marinos está aumentando rápidamente. Para el 2010, probablemente el aumento de la población y el incremento del ingreso personal disponible llevarán a la demanda mundial -de pescado como alimento- a una cifra comprendida entre 110 y 120 millones de toneladas métricas (a precios de 1990). En 1995, el suministro mundial de alimentos marinos se estimó en 80 millones de toneladas (equivalente de peso vivo). De esta cifra, aproximadamente 53 millones procedieron de la pesca de captura marítima, 6 millones de pesca de captura en aguas continentales y aproximadamente 21 millones de la acuicultura (sin incluir a las plantas acuáticas). Además, unos 31 millones de toneladas de pescado marino se utilizaron para la fabricación de harina de pescado).
4. Si bien la producción de la pesca de captura se ha mantenido en un nivel estable de 85 a 90 millones de toneladas durante los últimos cinco años, la acuicultura ha aumentado rápidamente y en la actualidad es probablemente el factor más importante de aumento del suministro de pescado para la alimentación. Es posible que se registren aumentos relativamente pequeños en los suministros procedentes de la pesca de captura. En realidad, la ordenación de las actividades de pesca y del ecosistema acuático debe mejorarse (lo que significa que se incurrirá en costos) para mantener los suministros en sus niveles actuales.
5. Sin embargo, el suministro de alimentos marinos podrá mantenerse a la par de la demanda mundial, pero esto no significa necesariamente que se podrán satisfacer las necesidades de todos los consumidores. Es concebible -aunque no inevitable- que a corto plazo las personas crónicamente pobres y que padecen de inseguridad alimentaria se encontrarán en una situación peor conforme los precios aumenten, y los problemas de distribución podrían impedir que los alimentos marinos y otros alimentos ricos en proteínas estuvieran a su alcance.
6. Durante los próximos decenios, la globalización de la economía mundial, junto con el probable aumento del precio real del pescado y productos de pescado, significa que una proporción cada vez mayor de alimentos marinos será objeto de la demanda de consumidores que pueden pagar el precio más elevado y que esta demanda será satisfecha. Este hecho puede tener efectos beneficiosos para la economía de los países exportadores pobres, puesto que así obtienen las divisas que necesitan para pagar sus importaciones esenciales. También se beneficiará la comunidad pesquera que suministra el pescado o los productos de pescados exportados, siempre que el mayor poder adquisitivo se utilice para suministrar alimentos nutritivos en cantidades adecuadas que permitan compensar las reducciones en la disponibilidad al nivel de alimentos marinos al nivel de la aldea, o la disminución en los ingresos resultantes de las exportaciones.
La pesca como una fuente de medios de vida
7. La pesca de captura está llegando a un límite. El volumen del pescado capturado en los océanos, lagos y ríos parece estar muy cerca del límite máximo sostenible. Sin embargo, el futuro desarrollo tecnológico hará tal vez económicamente viable la captura de especies respecto de las cuales los mercados actuales no pagan los costos (por ejemplo, el pescado mesopelágico y calamares oceánicos) y tal vez se lograrán aumentos modestos como resultado de una mejor ordenación.
8. Como el pasado reciente lo ha demostrado ampliamente, los pescadores no "se apartan voluntariamente" del crecimiento económico. Seguirán haciendo todo lo posible por aumentar la productividad por pescador (expresada como ingreso). Algunos aumentostendrán su origen en precios reales más altos, pero por lo menos otros tantos procederán de mayores desembarques por hombre. Ahora bien, conforme aumentan los volúmenes producidos por persona, disminuirá el número total de años-hombre empleados en la producción de un volumen igual de desembarque. Es probable que para el año 2010 el empleo en la pesca de captura habrá disminuido algo al nivel mundial, mientras que habrá aumentado el empleo en la acuicultura.
9. Se trata de un problema que, a mediados del decenio de 1990, es absolutamente patente en la pesca de los países desarrollados. Sin embargo, se hará también cada vez más evidente en las economías en desarrollo en los años venideros.
Amenazas a la pesca
10. La preocupación pública internacional respecto de la pesca y la acuicultura se concentra en las características de los sectores que pueden haberse considerado como amenazas o remedios a su capacidad a largo plazo para proporcionar tanto alimentos como una fuente de medios de vida. Las principales amenazas son:
- el recurso a actividades de pesca excesivas, que causan de una disminución en la biomasa de muchas poblaciones de peces a niveles inferiores a los que corresponden a una producción a largo plazo sostenible y eficiente (pesca excesiva);
- el desperdicio de recursos marinos vivos ya capturados (descarte);
- la degradación del medio acuático y costero.
12. Los gobiernos deben proporcionar orientaciones puesto que los sistemas de ordenación que se aplican actualmente en la economía -mediante sus señales de precios- probablemente no podrán, por sí solos, hacer que los pescadores y los acuicultores alcancen, a largo plazo, niveles económica y socialmente eficientes en la mayoría de las pesquerías. Se trata de una tarea difícil porque los pescadores y los acuicultores consideran que se les pide que asuman los costos inmediatos, con pocas posibilidades de compartir los beneficios a largo plazo; es decir, consideran que la orientación dada por el gobierno es un intento de reasignar sus ingresos a otros grupos.
13. Fuera del sector pesquero, el hecho de conocer cada vez más los factores que amenazan a la pesca, a sus recursos y su medio ambiente ha dado lugar a cierto número de iniciativas emprendidas por la sociedad civil destinadas a poner fin a prácticas indeseables de pesca, especialmente la explotación excesiva. Una de estas iniciativas (el establecimiento de un "Marine Stewardship Council") se basa en la hipótesis de que la promoción de productos cuya proveniencia de una pesca y acuicultura que practican una ordenación sostenible y ambientalmente racional esté certificada, tendrá efectos, tanto a nivel local como mundial, que orienten las actuales prácticas pesqueras a otras que sean objeto de una mejor ordenación.
14. Los estados que se reunieron en la Conferencia de la FAO de 1995 adoptaron el Código de Conducta para la Pesca Responsable, como orientación para lograr prácticas pesqueras eficientes, sostenibles y responsables. En el documento COFI/97/3 se examinan los progresos hechos en la aplicación del Código de Conducta.
15. Pesca excesiva. La pesca excesiva no es un problema reciente. Fue reconocida internacionalmente a comienzos del decenio de 1890 en el Atlántico Norte y el Pacífico, y fue objeto de la Conferencia de Londres sobre la pesca excesiva de 1946. Posteriormente esta práctica se ha extendido a la mayoría de las zonas pesqueras, y ha afectado la pesca de captura en países en desarrollo y desarrollados, y con frecuencia ha adquirido especial gravedad en zonas costeras densamente pobladas y en zonas marinas productivas cercanas a la costa.
16. No existen soluciones simples o baratas al problema de la pesca excesiva. Sin embargo, se reconoce cada vez más que en las economías ricas, que practican una pesca con gran densidad de capital, las soluciones que incluyen estrategias basadas en el mercado para controlar las actividades de los pescadores tienden a ser más efectivas que otras. Lamentablemente, los primeros efectos de las medidas oficiales destinadas a reducir la pesca excesiva son esencialmente negativos: cierto desempleo entre los pescadores, menos pescado y precios más altos. Con el tiempo, la mayoría de estos efectos se invertirían: más pescado, precios más bajos y un empleo estable y económicamente interesante (véase también El estado mundial de la pesca y la acuicultura: COFI/97/Inf.4).
17. Por difícil que sea, los gobiernos deben reglamentar la actividad pesquera. Si esta reglamentación no se practica con más eficiencia que en la actualidad, los rendimientos mundiales de la pesca de captura disminuirán. La FAO ha estimado que, si la ordenación no mejora considerablemente, las capturas anuales podrían reducirse pronto en 10 millones de toneladas. Hasta la fecha, la disminución del rendimiento de una población de peces se ha compensado con la explotación de otras poblaciones. Esta práctica no es ya aplicable en el caso de las especies de alto valor. Sin embargo, todavía es posible cierto grado de sustitución concentrando los esfuerzos en poblaciones de menor valor.
18. Una ordenación efectiva puede también facilitar un aumento de la producción de recursos que hoy se pescan en exceso conforme estas poblaciones se reconstituyen, y de esta manera contribuir aun aumento de los desembarques. La FAO ha estimado que una mejor ordenación de la pesca podría traducirse en un aumento de 10 millones de toneladas. De esta manera, en el plazo de un decenio, las diferencias entre las ganancias que pueden obtenerse mediante una ordenación eficiente y las pérdidas que serán resultado de la continuación de las prácticas actuales podría ser de unos 20 millones de toneladas de pescado desembarcado por año. Por consiguiente, es absolutamente deseable mejorar losconocimientos en materia de ordenación, aumentar la capacidad y reforzar los órganos de pesca regionales (véase documento COFI/97/4).
19. Los beneficios económicos de una ordenación mejorada podrían ser también igualmente espectaculares. Conforme se hagan efectivos los esfuerzos en favor de una limitación, el uso del capital y la mano de obra disminuirá (y lo mismo sucederá con los costos anuales) más rápidamente que los ingresos procedentes de la pesca. Conforme se reconstituyen las poblaciones, los ingresos aumentarán en términos absolutos. Estos efectos se traducirán en ingresos disponibles más elevados para los pescadores que continúen esta actividad, y también aumentarán los ingresos fiscales. En plano mundial, el orden de magnitud de estas ganancias potenciales (recuperación de rentas de recursos naturales) representan decenas de miles de millones de dólares anualmente.
20. Descarte. Una gran cantidad de recursos marinos vivientes son capturados y arrojados nuevamente al mar. La información cuantitativa disponible sobre este fenómeno es incompleta. Sin embargo, probablemente representará no menos de un equivalente del 20 al 25 por ciento de la captura (es decir, desembarque más descarte). El problemas de los descartes se trata de manera más concreta en el documento COFI/97/Inf.7.
21. El descarte corresponde al pescado, tanto de especies buscadas como capturas incidentales, capturado involuntaria o ilegalmente (tamaño pequeño, especies protegidas, pescado dañado o estropeado). Las capturas incidentales son prácticamente inevitables en la mayor parte de las actividades pesqueras. El descarte representa costos para los pescadores -selección y eliminación de los descartes- y no genera ingresos. Si bien las mejoras logradas en la selección y utilización de artes de pesca han reducido las capturas incidentales en muchas pesquerías, y dado el mayor uso que se hace actualmente de las capturas incidentales, estos hechos no han eliminado el descarte.
22. Las soluciones al problema del descarte pueden ser de carácter tecnológico, económico y/o legal, y probablemente serán una combinación de estos elementos. Una parte de la solución dependerá sin duda de sistemas racionalizados de seguimiento, control y vigilancia (véase COFI/97/Inf.6).
23. Degradación del medio ambiente. En la actualidad es bastante común el deterioro de la salud de los ecosistemas acuáticos de las zonas costeras- En estas zonas como en otras partes, la degradación del medio ambiente es resultado de indicaciones económicas deficientes dadas a quienes utilizan el medio ambiente costero. El costo de la explotación de la zona costera (con inclusión de las marismas costeras) es muy inferior a su valor para la economía (ya sea a corto o largo plazo), y como resultado de ello esta zona es objeto de una explotación excesiva o de una carga excesiva de desechos. Como los ecosistemas costeros son medios esenciales para la reproducción y crecimiento de un gran número de especies marinas, el impacto de la degradación sobre el volumen de los recursos marinos -incluidos los de importancia comercial- es directo y negativo.
24. Ahora bien, las personas que en representación del Estado tienen a su cargo la ordenación de la pesca de captura comercial prácticamente no tienen control alguno sobre el estado de salud del ecosistema costero (o del ecosistema de agua dulce). El escaso control que pueden ejercer consiste en una reglamentación de los efectos ambientales que tienen su origen en la pesca de captura, pero como con frecuencia se considera que esos efectos no son graves, sólo en contadas ocasiones se trata de un medio suficientemente
importante como para convencer a otros contaminadores, o usuarios, que deben modificar su comportamiento.
25. En su mayor parte la acuicultura está expuesta a la contaminación y ciertas tecnologías modernas de producción acuícola pueden contribuir, y a veces contribuyen a la degradación del medio ambiente. En especial, en el mundo en desarrollo, los acuicultores que utilizan el agua de ríos o lagos tienen que hacer frente a niveles cada vez mayores de contaminación como resultado de la industrialización y del crecimiento demográfico. Sólo en pocas ocasiones el sector de la acuicultura tiene fuerza suficiente para obtener una compensación. Tradicionalmente las tecnologías de la acuicultura, en especial las asiáticas, estaban bien integradas en los sistemas biológicos y sociales de su entorno, pero esta situación está cambiando. El crecimiento económico ha dado lugar a una intensificación de las prácticas de cultivo. Con frecuencia esta intensificación consiste en sustituir los alimentos que se encuentran naturalmente en el agua por piensos artificiales, lo que significa que se necesitan menores volúmenes de agua y menor espacio. En los lugares donde no se ha procedido a una reglamentación de estos sistemas modernos, han sido causa de contaminación del agua, lo que a su vez ha repercutido en las unidades de producción causándoles considerables pérdidas. Las grandes utilidades obtenidas con la cría de camarones de aguas tropicales hicieron especialmente difícil el control de esta actividad, lo que a su vez fue causa de degradación ambiental puesto que se construyeron estanques de camarones en las marismas costeras. Estos efectos, en especial la tala de manglares, han sido objeto de mucha atención y han dado origen a peticiones hechas por grupos de consumidores de los países importadores de camarones para que se adopten medidas de corrección.
3. La producción pesquera marítima.
La pesca es
la captura de organismos acuáticos en zonas marinas, costeras e interiores.
La pesca
marítima y continental, junto con la acuicultura, proporcionan alimentos,
nutrición y son una fuente de ingresos para unos 820 millones de personas en
todo el mundo, mediante su recolección, procesamiento, comercialización y
distribución. Para muchos forma también parte de su identidad cultural
tradicional.
Datos clave:
La producción
mundial de captura de peces, crustáceos, moluscos y otros animales acuáticos
alcanzó los 93,4 millones de toneladas en 2014.
En 2014 se
observó una nueva producción máxima en la pesca de captura (90,3 millones de
toneladas), cuando las capturas de la variable anchoveta (Engraulis ringens)
quedaron excluidas.
La base de
datos mundial de capturas de la FAO actualmente contiene datos estadísticos de
más de 1.600 especies marinas de captura, pero 23 especies principales y
géneros representan por sí solas aproximadamente el 40 por ciento del total de
capturas marinas. Más de la mitad de estas especies son pequeños peces
pelágicos que presentan fluctuaciones considerables debido a los regímenes
ambientales.
Estadísticas
recientes confirman una continuación de la situación en general estable de la
producción total de capturas a nivel mundial. Las variaciones en la producción
en función del país, zona de pesca y especie se compensan a nivel mundial a
través de los cambios registrados en las diferentes pesquerías. Desde 1998,
cuando las capturas extremadamente bajas de anchoveta redujeron las capturas
totales a 85,7 millones de toneladas, las mayores variaciones del promedio
anual de 91,4 millones de toneladas en los mejores y peores años (2011 y 2003
en 93,7 y 88,3 millones de toneladas, respectivamente) han sido sólo de un 3
por ciento.
La pesca en
pequeña escala (marina y continental) emplea a alrededor de un 90 por ciento
del total de personas que se dedican a la pesca.
El cuarenta
por ciento de las capturas declaradas de la pesca continental procede de países
con bajos ingresos y con déficit de alimentos.
Las mujeres
representan más del 19 por ciento del total de personas que se dedican
directamente al sector primario pesquero, y un alto porcentaje se dedica al
sector secundario, como la elaboración.
Por primera
vez desde 1998, la anchoveta no fue la especie más capturada en el 2014 cuando
fue superada por el Colín de Alaska, el Atún listado, el Estornino y el Arenque
del Atlántico por orden en la clasificación.
La producción
mundial de pesca de captura en aguas continentales alcanzó los 11,9 millones de
toneladas en 2014. A pesar de seguir con su tendencia al alza, su proporción en
el total de la producción mundial de pesca de captura se mantiene por debajo
del 13 por ciento.
2. Los condicionantes naturales y humanos. La política.
Gestión
de la pesca en la UE
Las
poblaciones de peces pueden ser renovables, pero son limitadas. Sin embargo,
algunas están siendo sobreexplotadas. Como consecuencia de ello, los países de
la UE han tomado medidas para garantizar la sostenibilidad del sector pesquero
europeo e impedir que el tamaño de las poblaciones y la productividad no se
vean amenazadas a largo plazo.
La PPC
se introdujo por primera vez en los años setenta y ha sufrido varias
actualizaciones, siendo la más reciente la que entró en vigor el 1 de enero de
2014.
¿Cuáles
son los objetivos de la reforma de la Política Pesquera Común?
Con la
PPC se pretende garantizar que la pesca y la acuicultura sean sostenibles desde
el punto de vista medioambiental, económico y social, y ofrezcan a los
ciudadanos de la UE una fuente de alimentación buena para la salud. Su
finalidad es dinamizar el sector pesquero y asegurar un nivel de vida justo
para las comunidades pesqueras.
Aunque
es importante aumentar las capturas, también tiene que haber unos límites.
Debemos evitar que las prácticas de pesca impidan la reproducción de las
especies. La política actual prevé que entre 2015 y 2020 se fijarán límites de
capturas que sean sostenibles y permitan mantener las poblaciones a largo
plazo.
Actualmente,
no se comprenden bien las repercusiones de la pesca en un entorno marino
frágil. Por esa razón, la PPC adopta un enfoque cautelar que reconoce el
impacto de la actividad humana en todos los elementos del ecosistema. Pretende
así que las capturas de las flotas pesqueras sean más selectivas y suprimir
progresivamente la práctica del descarte de los peces no deseados.
La
reforma también modifica la manera de gestionar la PPC y concede a los países
de la UE un
mayor poder de control a escala nacional y regional.
2. Los condicionantes naturales y humanos. La estructura pesquera.
El
gráfico lineal muestra la evolución de la población activa en el sector
pesquero entre 1965 y el año 2007. Entre ambas fechas se distinguen dos etapas
claramente diferenciadas.
Entre
1965 y 1975, la población ocupada en la pesca aumentó, como resultado de una
favorable situación, cuyas causas principales fueron las siguientes:
– Las
facilidades dadas por la ley para la renovación de la flota en la década de
1960, que permitió el crecimiento de la de mayor tonelaje, la de altura y gran
altura.
– El
gran aumento de la demanda de pescado motivado por la mejora del nivel
adquisitivo de la población española intensificó las capturas de pescado en el
Caladero Nacional por parte de la flota artesanal, que emplea a una numerosa
mano de obra.
– El
bajo precio del combustible y el libre acceso a los caladeros ajenos en una
época en la que se consideraban libres los recursos vivos del mar.
Desde
1976 se observa, en cambio, un descenso continuado de la población ocupada en
la pesca, debido a la modificación de la favorable situación anterior, que ha
traído consigo una fuerte crisis del sector. La subida del precio del petróleo
provocó el encarecimiento del combustible. El establecimiento de las zonas
económicas exclusivas de pesca en las 200 millas hizo que el tamaño de la flota
resultase excesivo en relación con las posibilidades reales de pesca. La
mecanización del trabajo en los grandes buques pesqueros permitió prescindir de
mucha mano de obra. Las cuotas destinadas a evitar la sobrepesca y los paros
biológicos obligaron a reducir el número de capturas. Y la reconversión del
sector pesquero y las exigencias de la UE de reducir el tamaño de la flota
colaboraron también al descenso de la población ocupada, al fomentar las
jubilaciones y prejubilaciones, la retirada permanente o temporal de la
actividad de los barcos de pesca, la exportación de buques, su dedicación a
actividades diferentes de la pesca y el traspaso de barcos a empresas pesqueras
mixtas en terceros países, que emplean a una parte de la tripulación de estos.
Para
tratar de solucionar este problema se han adoptado diferentes medidas. Se
fomenta la revalorización de la pesca mejorando las infraestructuras pesqueras;
se conceden ayudas para el mantenimiento de la flota artesanal; se otorgan
fondos a los jóvenes pescadores para la adquisición de su primer barco; se
fomenta el desarrollo de la acuicultura; y se promueve la diversificación
económica. Para ello se impulsan medidas como el empleo de los pescadores en
otras tareas como la limpieza de fondos marinos o la colaboración con los
científicos, y la explotación turística de ciertas artes de pesca o de ciertas
instalaciones de acuicultura.
En el
futuro cabe esperar que continúe esta tendencia a la disminución de la
población pesquera debido al fomento de las jubilaciones anticipada; a que la
crisis del sector no constituye un estímulo para los jóvenes, que buscan empleo
en otras actividades más dinámicas, y a que todavía es necesario seguir
ajustando el tamaño de la flota a las posibilidades reales de pesca.
¿Cual ha sido la tendencia evolutiva de la flota pesquera española
a lo largo de los años señalados?
La tabla muestra la evolución del número de barcos de la
flota pesquera española y de su tonelaje, expresada en toneladas de registro
bruto (medida de capacidad equivalente a
2,83 m3), entre 1989 y 1997. Ambos han experimentado un descenso entre las
fechas señaladas: el número de barcos ha sido más notorio entre 1995 y 1997, y
el de toneladas de registro bruto, entre 1991 y 1993.
La causa de este descenso es que el número de barcos de la
flota española y su tonelaje resultan excesivos en relación con las posibilidades
reales de pesca. A esta situación se ha llegado tras un periodo de fuerte
crecimiento de la flota durante los años 1960-1975, debido a las facilidades
dadas por la Ley de Protección y Renovación Pesquera, que permitió el
crecimiento de la de mayor tonelaje (la de altura y gran altura); al aumento de
la demanda de pescado motivado por la mejora del nivel adquisitivo de la
población española en estos años, y a un situación favorable para el acceso a
los recursos pesqueros de los caladeros internacionales, puesto que se
consideraban libres los recursos vivos del mar.
¿Cuáles han sido los factores que han propiciado esta
evolución?
Esta situación comenzó a cambiar desde 1982 debido a los
siguientes factores:
- El establecimiento de las zonas económicas exclusivas de
pesca en las 200 millas a partir de la costa, sancionado por la ONU, hizo que
el tamaño de la flota española resultase excesivo en relación con los recursos
que pueden obtenerse de los caladeros nacionales, que son escasos debido al reducido
tamaño de la plataforma continental; a la sobrepesca realizada principalmente
por la flota artesanal, que no puede alejarse mucho de la costa; y a la
contaminación del litoral.
- El ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986
supuso la adopción de la política pesquera comunitaria, que incluye tres
aspectos que han ejercido que han ejercido una notable influencia en la
reducción del número de barcos y de su tonelajes:
a) Los acuerdos pesqueros con países extracomunitarios con
gestionados por la UE y cada vez encuentran más dificultades, como ha sido el
caso del no renovado acuerdo pesquero con Marruecos.
b) España se ha visto afectada por el sistema de cuotas y de
paros biológicos de la UE destinados a evitar la sobrepesca. Las cuotas se
fijan cada año para las especies amenazadas en función de los informes de los
científicos y se reparten entre los países en función de cómo les haya afectado
la extensión de las zonas económicas exclusivas de pesca. Estas cuotas vienen
siguiendo una tendencia decreciente en los últimos años.
c) La política de reestructuración del sector pesquero
aspira a crear una flota más moderna y competitiva, redimensionando su
capacida, lo que conlleva la exigencia de reducir su tamaño y tonelaje.
viernes, 20 de enero de 2017
2. Los condicionantes naturales y humanos. Características naturales de los caladeros.
>Factores físicos: caladeros.
Son zonas marinas especialmente aptas para la pesca por la presencia en ellas de gran cantidad de peces,
generalmente de especies muy concretas, y donde los barcos “calan” (echan las redes para faenar). Suelen estar
en plataformas continentales amplias donde los peces se sienten atraídos por la proximidad de aguas frías
(abundancia de alimento, plancton) y/o cálidas (reproducción).
Pueden clasificarse según su localización en:
1. Caladeros nacionales: en aguas jurisdiccionales españolas.
2. Caladeros comunitarios: pertenecen a países miembros de la Unión Europea.
3. Caladeros internacionales no comunitarios: están en países que no pertenecen a la Unión Europea. 4. Caladeros en aguas internacionales libres: tienen escaso volumen de capturas y gran competencia.
Los caladeros nacionales
Se encuentran dentro de las 12 millas náuticas que delimitan nuestra Z.E.E. a lo largo de nuestro perímetro
costero de 7900 km. Los caladeros nacionales ofrecen actualmente unos recursos modestos por varios motivos:
-Condiciones naturales limitadoras (peores las mediterráneas que las atlánticas) temperatura,
transparencia, salinidad, cantidad y calidad del plancton y profundidad de las aguas.
-Plataforma continental estrecha (más estrecha la mediterránea)
-Sobreexplotación de los recursos por una pesca de bajura abundante (sobre todo en el Mediterráneo) -Contaminación de las aguas (más las mediterráneas que las atlánticas).
Las soluciones se aplican desde la Unión Europea (se exponen más adelante)
Las regiones pesqueras españolas son: cantábrica, noroeste, suratlántica, canaria, surmediterránea, levantina,
tramontana y balear.
1. Cantábrica: litoral de Asturias, Cantabria y País Vasco puertos como Bermeo, Pasajes, Ondárroa y
Santoña. Capturan bonito, la merluza, boquerón y bacalao.
2. Noroeste: costa de Galicia, desde el río Eo hasta el Miño, con un litoral recortado y especialmente rico
en las Rías Bajas.
Destacan los puertos de Vigo, el principal del país, y La Coruña. Es la más importante
de España:
a. Por el volumen de capturas, entre el 40% y el 60%. Capturan sardina, bacalao, merluza y anchoa.
Los moluscos suponen los dos tercios del total del país.
b. Posee la mitad de la flota pesquera
c. En ella se ha desarrollado al máximo la industria pesquera-conservera, concentrada en Vigo y
alrededores, donde está la flota congeladora.
d. Existen numerosos criaderos de almejas, ostras y mejillones, siendo pioneros en el cultivo de
especies marinas de forma intensiva (acuicultura).
3. Suratlántica, entre la frontera portuguesa en Huelva y Gibraltar. Es la base de los barcos que pescan en
el litoral del Atlántico africano. Los puertos más importantes son Algeciras, Huelva, Cádiz y Barbate. Es
importante la pesca del atún, la sardina y crustáceos (gamba, cigala y langostino). Se están
desarrollando importantes iniciativas en el campo de la acuicultura.
4. Región Canaria. Es la base para la explotación de los bancos africanos y desde ella operan importantes
flotas a lo largo de las costas del Atlántico e incluso del Pacífico. Las Palmas es el segundo puerto de
España por volumen de pescado desembarcado.
5. Surmediterránea. Coincide con la Costa del Sol, entre el cabo de Gata y el estrecho de Gibraltar,
incluyendo Ceuta y Melilla. Sus embarcaciones se desplazan al litoral atlántico, ya que la región no
ofrece muchas posibilidades. Málaga, Estepona y Almería son los principales puertos. La sardina, el
chanquete y la boga son las capturas más importantes.
6. Levantina, desde el cabo de Gata hasta el de la Nao. Esta región tiene escasos recursos. Los puertos
principales son Alicante y Torrevieja. Se captura la boga, el salmonete y el atún.
7. Tramontana, desde el cabo de la Nao hasta el de Creus. Tiene los mismos problemas que la región
anterior y se capturan las mismas especies. Destacan los puertos de Valencia, Castellón y Barcelona.
8. La región Balear ofrece las mismas características.
1. El espacio pesquero marítimo y su importancia.
En el
sector marítimo pesquero, la pesca marina se encuentra entre las actividades
laborales más peligrosas del mundo. La Organización Internacional del Trabajo
(OIT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) estiman que el 7% de las víctimas mortales de accidentes
laborales que se producen en el mundo ocurren en la industria pesquera, a pesar
de que este sector representa menos del 1% de la fuerza laboral mundial. La OIT
estima que el trabajo en este sector se cobra la vida de unas 24.000 personas
al año en todo el mundo. En España, la pesca marina presenta una de las tasas
de accidentes laborales más elevadas.
El
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), cumpliendo su
función de divulgación y promoción de la seguridad y salud en el trabajo, pone
en funcionamiento el Portal del Sector Marítimo Pesquero con el propósito de
contribuir a la mejora de las condiciones de seguridad y salud de los
trabajadores de dicho sector.
Mediante
este portal se pretende dar una respuesta organizada a las necesidades de
información y asesoramiento en relación a la seguridad y la salud laboral de
los trabadores del sector marítimo pesquero. El portal está estructurado en los
siguientes bloques:
Legislación
y Normativa Técnica
En
España, la seguridad laboral de los trabajadores del sector marítimo pesquero
se rige por un amplio espectro de normas de los ámbitos de la seguridad de la
navegación (seguridad marítima) y de la seguridad y salud en el trabajo
(seguridad y salud a bordo). Estos dos ámbitos están íntimamente relacionados
ya que los riesgos de la navegación y los riesgos laborales forman un conjunto
inseparable que afecta a la seguridad del buque y a la de los propios
trabajadores de a bordo. La normativa que dimana de estos dos ámbitos debe
entenderse como un todo a la hora de establecer programas preventivos en estas
empresas. En esta sección podrá encontrar la normativa más relevante de los
ámbitos citados.
Áreas
Temáticas
Los
trabajadores del sector marítimo pesquero están expuestos a riesgos de muy
diversa índole: riesgos de la propia navegación, riesgos de trabajar en una
plataforma en continuo movimiento y en un ambiente, a menudo, hostil, riesgos
de trabajar con maquinaria peligrosa, exposición continua a ruido y
vibraciones, carga física elevada, exposición a agentes físicos, químicos y
biológicos, etc. Desde esta sección se aborda la prevención de riesgos
laborales en este sector de una manera temática.
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